¿Te han preguntado alguna vez cuál es el impacto de tu organización? ¿Supiste contestar o en su lugar te quedaste en blanco? Esta es una de las principales interrogantes que plantean los financistas al momento de evaluar una candidatura: ¿Tienen indicadores de impacto?
En el tercer sector, es fundamental contar con un respaldo en datos que sirva para tomar decisiones y captar recursos. Para obtenerlo, es imprescindible diseñar e implementar sistemas de evaluación impacto real de los proyectos, programas y acciones que se ejecutan.
En Unidos en Red reconocemos el valor de la evaluación de impacto como un elemento clave para determinar si nuestras organizaciones se plantean objetivos claros y demuestran su alcance con hechos cuantificables. Por ello, te compartimos cuatro claves que debes conocer sobre esta la evaluación de impacto:
1 ¿Qué es una evaluación de impacto?
Según la CEPAL, es un tipo de evaluación sumativa, que se realiza al final de una intervención para determinar en qué medida se produjeron los resultados previstos.
En palabras más sencillas, la evaluación de impacto consiste en cuantificar en qué medida se produjeron los cambios propuestos al finalizar un periodo de tiempo determinado, luego de realizar y ejecutar una planificación para lograrlos.
Por ejemplo, un programa de formación para jóvenes puede tener como objetivo incrementar su tasa de empleabilidad. La evaluación de impacto viene dada por el cambio que experimentaron los participantes con relación al objetivo una vez culminaron el programa, es decir, en qué porcentaje aumentó la tasa de empleabilidad de estos jóvenes.
2. ¿Por qué una evaluación de impacto?
A diferencia de otras metodologías de análisis de proyectos, este tipo de evaluación distingue cuál es el impacto o efecto que genera una acción, programa o proyecto ejecutado en función de los resultados que esperamos obtener con base en objetivos y si éstos funcionan, no funcionan o deben ser optimizados.
Se constituye en sí misma como un aval importante para respaldar la efectividad de los proyectos antes quienes lo han financiado, postularlos ante fondos de financiamiento y respaldar su réplica y escalabilidad.
A lo interno de la organización, la evaluación de impacto arroja métricas que sirven para identificar logros y puntos de mejora, los cuales a su vez son insumos para la rendición de cuentas, para analizar y replantear la planificación estratégica y, pensando en un modelo colaborativo, para ser compartidos como recursos abiertos a otras organizaciones.
3. ¿Cuál es el cambio que quieres lograr?
La planificación estratégica de nuestra organización es el pilar que fundamenta la evaluación de impacto y sobre la cual se construyen los objetivos e indicadores de impacto.
Su primer eslabón consiste en identificar cuál es el problema que queremos resolver o, dicho de otro modo, cuál es el cambio que queremos lograr. La respuesta a esa pregunta debe ser lo más medible posible, no puede ser ambigua y tiene que ser alcanzable. Objetivos cómo “poner fin a la pobreza” o “lograr la paz mundial” son rápidamente descartables por su poca factibilidad.
Toda planificación pensada en el impacto debe ser SMART, por sus siglas en inglés: Specific (específico), Measurable (medible), Achievable (realizable), Realistic (realista) y Time-Bound (limitado en tiempo).
Existen muchas herramientas de planificación que pueden ayudar a establecer objetivos de impacto. En Unidos en Red, por ejemplo, utilizamos la metodología de Marco Lógico y, recientemente los OKR, porque nos guía desde el problema que se quiere solucionar, hasta el establecimiento de los objetivos y resultados que esperamos alcanzar.
También te recomendamos consultar la Guía práctica para la medición y la gestión del impacto que la Asociación Española de Fundaciones preparó o consultar otros recursos en nuestro Centro de Conocimiento.
4. ¿Hasta dónde puedes llegar?
Cuando contamos con una evaluación de impacto, las posibilidades son infinitas. Sabemos que la obtención de recursos es uno de los beneficios más importantes de la evaluación de impacto, pero adicionalmente, cuando lo que hace tu organización se puede medir y es posible ver los cambios alcanzados, tienes un equipo más comprometido, enfocado y con un sentido real de lo que debe hacer para llegar a la meta.
Una vez conocemos los resultados, si son los esperados podemos seguir avanzando y perfeccionando las estrategias implementadas. En cambio, si la evaluación de impacto no arroja los resultados que queremos, lejos de desalentar, es una oportunidad para replantearnos o ajustar nuestras acciones hasta alcanzar la meta. En palabras de Thomas Alva Edison, “la forma más segura de tener éxito es siempre intentarlo una vez más”.
Cada día la evaluación de impacto se hace más necesaria para aquellas organizaciones que, desde la sociedad civil o la filantropía, queremos propiciar un cambio, así que es mejor incorporarnos pronto y desde Unidos en Red nos planteamos ser una guía para nuestras organizaciones en este proceso.
Si quieres profundizar más sobre la evaluación de impacto para proyectos sociales, contáctanos y te asesoramos en la implementación.
Autor: Adriana Narvaez Cote
Coordinadora de Control y Gestión
