¿Te has sentido abrumada al intentar incorporar la agilidad en tu organización? Sabemos que el proceso de implementación puede ser desafiante y lleno de interrogantes. En este artículo, identificamos expresiones que reflejan los cinco principales retos que encontramos en el camino hacia la agilidad. Además, te brindamos acciones concretas para abordarlos y facilitar tu transformación hacia una organización más ágil y efectiva.
Desafío 1: » La agilidad parece una moda pasajera. No creo que se adapte a nuestra organización”.
Si esta expresión la sueles escuchar en tu organización cuando hablas de agilidad, probablemente hay un reto de Cambio cultural, un desafío crucial al adoptar la agilidad. Para superarlo, es fundamental fomentar una mentalidad abierta y colaborativa en toda la organización. Las siguientes acciones pueden contribuir en el proceso:
- Crea o facilita espacios de capacitación para estimular en los miembros de tu organización el pensamiento ágil. Pueden tomar el curso “PM4R Agile: mentalidad ágil en proyectos de desarrollo” de forma gratuita en edX.
- Celebra los éxitos individuales y grupales que surgen de la colaboración y el aprendizaje continuo.
Desafío 2: “Ya hemos intentado cambios antes y no han funcionado. ¿Por qué sería diferente ahora?”
A menudo el cambio genera incertidumbre, miedo y mucha resistencia. Para superar la Resistencia al cambio es vital comunicar de manera efectiva los elementos clave de la agilidad y crear un sentido de pertenencia a la nueva forma de trabajo. Aquí hay algunas acciones que pueden ayudar:
- Comunica los objetivos y beneficios de la agilidad de manera clara y consistente en todos los niveles de la organización.
- Facilita espacios abiertos de conversación para abordar las preocupaciones e interrogantes del equipo.
- Identifica un proyecto piloto y aplica criterios de agilidad en los procesos. Documéntalo como caso de éxito y demuestra el impacto positivo de la agilidad.
Desafío 3: «Cada área tiene sus propios objetivos y prioridades. No estamos trabajando en la misma dirección.»
La agilidad requiere una alineación de objetivos entre los equipos y áreas de la organización. Para lograrlo, puedes poner en práctica lo siguiente:
- Establece reuniones regulares de sincronización entre los equipos para compartir información, experiencias y desafíos.
- Utiliza herramientas colaborativas en línea para facilitar la cocreación, la comunicación y para compartir el progreso de los proyectos. Aquí te dejamos 3 herramientas para iniciar.
- Promueve la transparencia en la toma de decisiones y la asignación de recursos para evitar silos de información. Expresiones como “la decisión viene de arriba” o “esa información solo la puede ver Pedro Perez” deberían disminuir.
Desafío 4: “No tenemos tiempo para escuchar todas las opiniones y sugerencias. Solo necesitamos avanzar con el trabajo”.
La retroalimentación continua es esencial en la agilidad y por tanto todos los miembros de la organización deben desarrollar la habilidad de dar y recibir feedback. Aquí hay algunas acciones que puedes implementar para integrar el feedback:
- Establece un sistema estructurado de retroalimentación. Por ejemplo, fija reuniones regulares 1:1 y grupales donde los miembros puedan dar y recibir comentarios constructivos.
- Organiza encuentros de retrospectivas periódicas para reflexionar sobre los logros y las áreas de mejora e implementar cambios basados en las lecciones aprendidas.
- ¡Está bien equivocarse! Fomenta una cultura de aprendizaje en la que los errores se vean como oportunidades de crecimiento y se compartan lecciones aprendidas en toda la organización.
Desafío 5: “No podemos permitir que los empleados tengan voz en la toma de decisiones, eso es responsabilidad de los directivos”.
La agilidad a menudo requiere una estructura organizativa más plana y roles más fluidos. Para ello resulta fundamental realizar cambios en la estructura organizativa. Para facilitar este cambio, toma en cuenta las siguientes acciones:
- Revisa y rediseña los procesos de toma de decisiones para permitir una mayor autonomía y participación de los equipos.
- Proporciona oportunidades de capacitación y desarrollo profesional para que los miembros adquieran las habilidades necesarias para desempeñarse en roles más flexibles.
- Establece un sistema de apoyo y mentoría para ayudar a los miembros a adaptarse a los cambios y superar cualquier resistencia o inseguridad.
Enfrentar los retos y navegar la incertidumbre en el camino hacia la agilidad puede parecer abrumador, pero no estás sola. Cada expresión refleja una oportunidad para el cambio y el crecimiento. Te invitamos a dar un paso valiente y comprometerte con las acciones concretas que hemos compartido.
Abraza la mentalidad ágil, comunica, alinea, integra y reestructura. Atrévete a desafiar las normas establecidas y construir una organización social ágil y efectiva. ¡Tú tienes el poder de liderar el cambio y marcar la diferencia!
Autor: Adriana Narvaez Cote
Coordinadora de Gestión
