Inteligencia Artificial (IA) para el bien social

febrero 16, 2022

Desde hace unos años se viene hablando de la inteligencia artificial y de las grandes ventajas que trae consigo. También se ha comentado de las amenazas que podría representar al sustituir algunos puestos de trabajo.

Sin embargo, en este artículo queremos resaltar algunos de los usos en el tercer sector desde un punto de vista práctico, no de expertos.

En términos sencillos, la Inteligencia Artificial (IA) se refiere a todo sistema o máquina que imita la inteligencia humana para realizar tareas, pero que además puede mejorar en el tiempo a partir de la información que recopilan (aprendizaje). Esta última característica es importante para separarla de cualquier uso común de datos.

La inteligencia artificial dejó de ser una idea de ciencia ficción donde robots súper inteligentes sustituyen al ser humano. Pasó a adentrarse en nuestro día a día en la resolución de situaciones sencillas, tanto que podemos interactuar con ella sin darnos cuenta en cualquier situación cotidiana.

Ejemplos de Inteligencia Artificial:

Chatbots: estos emplean la IA para comprender más rápido los problemas de los usuarios y proporcionar respuestas más eficientes. Los bancos y las áreas de atención al cliente son quienes han explotado su uso.
Asistentes inteligentes: seguramente ya interactuaste con asistentes como Siri, Alexa, Galaxy, entre otros, estos asistentes virtuales utilizan la IA para proporcionar información proveniente de grandes conjuntos de datos a partir de un comando de voz.
Motores de recomendación: son los que pueden proporcionar recomendaciones automatizadas según los hábitos de visualización de los usuarios como Netflix o Amazon.

Ejemplos de uso de Inteligencia Artificial en el sector social

Apalancándose en las experiencias satisfactorias que traen al sector privado, algunas organizaciones de la sociedad civil y empresas B, en alianza con socios tecnológicos, han tomado la delantera y empezado a aplicar esta tecnología para cumplir su misión o suplir una necesidad social.

Child Miss: es un proyecto de la organización española It Will Be quienes han usado la IA y reconocimiento biométrico para proteger a niños y niñas vulnerables a la explotación infantil. Así aún cuando no tienen documentación, se puede hacer un rastreo de ellos.
Chatbot Covid19: es una solución de responsabilidad social del despacho de abogados Ontier para prestar asesoría en línea tanto para pequeñas y medianas empresas, fundaciones y ONG sobre los temas contractuales y tributarios de manera gratuita y ajustadas según cada país a través de la interacción con un chatbot en una página web.

Captura de pantalla del sitio web de Ontier
Kilimo: es una solución de Inteligencia Artificial (IA) desarrollada por Agtech que recomienda al productor agrícola cuándo y cuánto regar sus cultivos. La aplicación utiliza Big Data, combinando información satelital, meteorológica y de campo para calcular la cantidad de agua que consume un cultivo por día para dar recomendaciones a los agricultores de riego y así producir un ahorro hídrico que tanto hace falta.

Foto cortesía de Kilimo
Ada: es una app desarrollada por médicos y científicos, utiliza Inteligencia Artificial médica para simplificar los procesos de atención de la salud y ayuda a las personas a cuidarse a través de la información de más de 10 millones de personas.
Century.tech: es un desarrollo inglés que aumenta la productividad de los docentes mediante la automatización de tareas repetitivas y administrativas, y analiza el modo de aprender de cada alumno para crear trayectorias de aprendizaje personalizadas que mejoran su desempeño.
CrisisTextLine: es un proyecto subsidiado por la Fundación Patrick J. McGovern que analiza mensajes de texto mediante aprendizaje automático, en busca de palabras y frases típicas de jóvenes en situaciones críticas, y los prioriza para que los usuarios en riesgo obtengan ayuda lo antes posible. Como dato curioso, este desarrollo descubrió una alta correlación entre la palabra “ibuprofeno” y las conductas autodestructivas a partir del análisis de grandes cantidades de texto.

Foto cortesía de CrisisTextLine
Talentgivers: es un proyecto financiado por la Fundación Botín que busca mejorar la calidad de vida de las personas mayores que abandonan su vida laboral a través de la aplicación deI IA para hacer conexión entre el talento y el sector social que lo necesite.

Estos son unos breves ejemplos de lo que ya se está haciendo. Cuando la IA se mezcla con otras tecnologías como IoT y Bigdata, el horizonte se expande al infinito.

Antes de pensar en adoptar Inteligencia Artificial

Aunque el AI ya sea de uso cotidiano, eso no significa que toda organización esté lista para su adopción. Hay tres pasos fundamentales antes de empezar a pensar en IA para un proyecto:

Recoger información: Debemos empezar por poseer bastantes datos, de múltiples áreas y lo más importante es que sean de buena calidad, si los datos no son buenos, tampoco lo serán los resultados. Sin datos, no habrá inteligencia.

Analizar los datos: Una vez que se tienen todos los datos en un mismo lugar y de buena calidad, se deben hacer modelos precisos de aprendizaje. Recordemos que tenemos que “enseñar” a la máquina a pensar como humanos, por ello hay que proveer la mayor cantidad de experiencia (datos) posible. Si nosotros no modelamos, la máquina no aprenderá.
En el tercer sector tenemos que poder tener suficiente información, por ejemplo: comportamiento de donantes, quienes son, montos que dan, frecuencia, motivación, periodos recurrentes, género, educación, familia, gustos, hobbies, etc.

Probar: antes de invertir tiempo y dinero, se deben hacer pruebas en papel de los modelos de datos. A este punto te recomendamos tener un aliado tecnológico que guíe el proceso.

Un futuro no muy lejano

La pandemia aceleró muchos procesos tecnológicos, entre ellos la adopción e implementación de tecnologías como la IA para el bien social, sin embargo, aún hay piezas que armar para terminar el rompecabezas como: regulaciones, comités de ética, preparación de los profesionales, costos accesibles, estructuración y disponibilidad de los datos por mencionar algunos.

Las bases ya están puestas y según el Banco Interamericano de Desarrollo, la IA podría aportar hasta un 14 % de riqueza adicional a las economías emergentes de América Latina, por lo que es mejor empezar a entenderla, organizarse y estar preparados para cuando la oportunidad toque a la puerta.

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