La Fundación ASTI acaba de publicar su primer informe titulado “La persistencia de la brecha de género en la educación STEM”. Con él se inicia una serie de publicaciones periódicas que quieren contribuir con rigor a una mejor comprensión de la realidad y los desafíos asociados al desarrollo del talento STEM y el fomento de las vocaciones científicas y tecnológicas desde una visión eco-sistémica y de colaboración público-privada.
Este primer informe aborda desde una perspectiva histórica la evolución de la brecha de género de la educación STEM en todas las etapas educativas a nivel nacional e internacional, tanto a nivel de la Unión Europea como de los países de la OCDE. Para ello se ha realizado una completa revisión
bibliográfica de los datos sobre la educación STEM, a menudo dispersos en distintas bases de datos y con indicadores difícilmente comparables.
El informe se divide en seis partes
En la primera, analizan las diferencias de rendimiento en función del género en las asignaturas de Ciencias y Matemáticas tanto en Educación Primaria como Secundaria desde una perspectiva internacional.
En la segunda, analizan las variables que afectan a esta diferencia de rendimiento por género tomando como referencia los resultados de los informes PISA en competencia matemática.
Posteriormente en la tercera, analizan las expectativas del alumnado hacia las profesiones STEM en función del género a los 15 años desde una perspectiva de género.
En la cuarta, quinta y sexta parte analizan la brecha de género en la educación STEM en el Bachillerato, la Formación Profesional y la Universidad respectivamente.
Entre las principales conclusiones del informe cabe destacar la desafección de las alumnas españolas hacia los estudios STEM que se detecta a los quince años. Las “expectativas STEM” a los quince años de ocupar una profesión en este campo cuando se alcancen los 30 años en el caso de las alumnas españolas apenas supera el 1% en el caso de las profesiones de Tecnologías de la Información y la Comunicación. De igual modo el porcentaje de chicas que tiene la expectativa de ser una profesional de la ingeniería no supera el 10%.
Estas bajas expectativas correlacionan con el descenso del porcentaje de mujeres matriculadas en grados universitarios como Informática (con un 13% de mujeres en la actualidad frente al 27% en 1990) o Matemáticas (con un 36% de mujeres frente al 51% en 1990). En el caso de la Formación Profesional el porcentaje de mujeres en ciclos formativos STEM apenas supera el 12%, existiendo familias como la de electricidad y electrónica en el que las mujeres apenas suponen el 4%.
