La pandemia del coronavirus ha expuesto de manera muy cruel la vulnerabilidad de nuestras sociedades. Los preocupantes niveles de desigualdad han hecho que la COVID-19 haya golpeado de manera severa incluso a los países más prósperos de América Latina y el Caribe. Los trabajadores del sector informal, que representan el 49% del empleo no agrícola, se han visto gravemente afectados por las medidas de confinamiento y distanciamiento social, que han limitado o detenido temporalmente sus medios de subsistencia. Además, los déficits generalizados de protección social y empleo decente hacen que la región sea muy vulnerable a esta situación.
Sin embargo, a medida que los países trabajan para proteger a los ciudadanos del coronavirus, salvaguardar sus economías y prepararse para la fase de recuperación, la transición hacia una
economía verde ofrece la promesa de crear 15 millones de nuevos puestos de trabajo netos en América Latina y el Caribe.
El informe comparte enseñanzas oportunas para ayudar a guiar una recuperación posterior al coronavirus que dé prioridad a la creación de empleos decentes y a un futuro más inclusivo,
sostenible y resiliente. Este puede ser un camino para avanzar hacia la creación de un mundo mejor para los trabajadores y las empresas y, al mismo tiempo, para hacer frente a la crisis climática.