Según estimaciones de Naciones Unidas, en los próximos 30 años, el número de personas mayores de 65 años se doblará de 750 millones actuales a más de 1.500 millones. Globalmente, en 2050 el porcentaje de personas mayores de 65 años pasará del 9,3% al 16% de la población. En todo el mundo se experimentará este crecimiento, pero es América Latina y el Caribe (ALC) la región que más rápidamente envejece y donde se concentrará el mayor aumento de la población de más de 65 años que pasará, en tres décadas, de representar el 9% al 19% de la población.
El envejecimiento y la diversidad van unidos. Algunas personas envejecen manteniéndose en forma, conservan plena movilidad y utilizan todo tipo de herramientas digitales hasta el final de sus días. Otras personas, en cambio, se enfrentan a nuevos retos a medida que envejecen como puede ser una menor movilidad, una reducción significativa de ingresos, pérdidas sensoriales o deterioro cognitivo. Sin obviar esa diversidad, lo cierto es que todos seguimos requiriendo productos y servicios financieros que se adapten a las nuevas necesidades que vamos encontrando a medida que vamos envejeciendo.
Sin embargo, es cada vez más evidente que hay un riesgo de “exclusión financiera” de las personas mayores por la brecha digital y por la falta de productos o servicios pensados en sus demandas particulares. Esta publicación pretende compartir algunas iniciativas en el sector financiero para adaptarse al envejecimiento. Diseminar con mayor detalle esas iniciativas servirá para alentar a otras entidades financieras a desarrollar soluciones que permitan superar la “no exclusión financiera” de las personas mayores.
Finanzas plateadas: zona de no exclusión financiera
Fuente BID
Fecha 2022