La inversión de impacto en el sector fundacional es clave para contribuir a solucionar problemas que son difíciles de resolver mediante la actividad del sector público o filantrópico exclusivamente. Se plantea como una herramienta de transformación social complementaria a las opciones tradicionales existentes, que permite llevar a cabo la misión social de una entidad.
El acercamiento de las fundaciones filantrópicas hacia la inversión de impacto en España y en Europa es un movimiento incipiente, pero en crecimiento, cuya importancia se puso de manifiesto con el establecimiento de los ODS en 2015 ya que es imperativa para cerrar la brecha financiera existente para la consecución de la agenda 2030.